EL CÓDIGO DE UNA CIVILIZACIÓN NUEVA

10.01.2021, 15:48
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EL CÓDIGO DE UNA CIVILIZACIÓN NUEVA

- LA ECONOMÍA DIGITAL SALVARÁ AL MUNDO –

- Al hablar sobre la situación ecológica en el mundo, usted concede treinta años de existencia a la humanidad, en caso de que la población de la Tierra no cambie su actitud egoísta hacia la naturaleza. No puedo imaginarme una transformación tan enorme de la consciencia del ser humano. Puesto que incluso en la actualidad, en medio de la situación existente, con una pandemia de consecuencias trágicas, hay una gran cantidad de “disidentes” de la Covid-19 que están firmemente convencidos de que se trata de un engaño, una conspiración, de que la vacunación masiva es un mal y de que las mascarillas son peligrosas para la salud. ¿Cómo se nos puede convencer (a la humanidad) de que, si nuestra actitud hacia la naturaleza se mantiene como antes, el fin de la historia es inevitable?

- Hay que analizar sobriamente, sin prejuicios, la situación ecológica y sacar las consecuencias correspondientes. Juzgue usted mismo…

Entre 21 de agosto y el 1 de septiembre de 2019, se detectaron las temperaturas más altas en el Polo Norte, y el 27 de agosto se fijó un récord histórico: +35 grados Celsius. Se derritieron 470 millones de toneladas de hielo y, a partir de octubre, esas aguas inundaron Europa. En los glaciares montañosos del mundo: los Alpes, los Pirineos, los Andes, el Himalaya, las Cordilleras, Tian-Shan, Kunlun, el Cáucaso, se han perdido dos billones de toneladas de hielo durante los últimos cinco años. El derretimiento de los glaciares cambiará irremediablemente el curso de los ríos de montaña, destruirá la flora y la fauna de esas regiones y aumentará el riesgo de grandes aludes y crecidas en las montañas.

Las reservas mundiales de hielo son de 30 millones de kilómetros cúbicos. Si las tendencias de calentamiento global se mantienen y aumentan, cada año se derretirá el 1%, es decir 300 000 kilómetros cúbicos de hielo. Para el año 2030, el espejo del Océano Mundial subirá hasta 50-60 centímetros. La superficie territorial de Inglaterra se verá disminuida en un 10%, la de México en un 8%; Rusia perderá partes de las regiones de Leningrado y Vladivostok, así como territorios cercanos al Ártico. También a Argentina le esperan grandes pérdidas territoriales y el territorio de los Países Bajos se verá disminuido en un 5%.

Según valoraciones de científicos norteamericanos, el año 2020 ha sido calificado como el más caluroso de la historia del Planeta, a partir del día en que comenzaron las observaciones meteorológicas. Durante el mes de junio se observaron temperaturas anómalamente altas en las regiones de Astrakán, Volgogrado, Rostov, Oremburgo y Chelíabinsk, en el territorio de Krasnodar, en Baskiria, en Kalmia y en la República de Altai. El profesor alemán Leberman, observó que, en la región de Siberia, la temperatura media supera en 7 grados a la usual durante esa época del año y que se ha mantenido así durante ya seis meses. Se trata de un fenómeno climatológico nuevo, que amenaza a Rusia con un daño económico muy serio. El calor continuo conduce no sólo a innumerables incendios forestales, sino a un derretimiento de la capa de hielo perpetuo en Siberia, lo que puede producir daños en la infraestructura: las tuberías, las carreteras, los edificios.

El 20 de julio. En Verjoiansk, un lugar que se encuentra más allá del Círculo polar, en una región apartada de Siberia, la temperatura alcanzó el nivel récord de 38º C. Es la temperatura más alta de la historia de las observaciones, a partir de 1885. En algunos territorios de Rusia, en el mes de julio la temperatura subió a más de 40º C. En la Antártida, la temperatura subió por primera vez a más de 20º y, el 9 de febrero, llegó en la isla Seymour a 20,75º C. Los científicos consideran que es un fenómeno increíble.

Ya a principios de agosto, se instaló un calor anormal en una serie de países de Europa occidental.

Debido a las elevadas temperaturas del aire, en Francia se decretó el nivel de alerta “roja” en 9 departamentos del país. El 8 de agosto, en París, el aire se calentó hasta una temperatura récord de 38º C, cuando habitualmente en esa fecha no sobrepasa los 24º C. Ese día, los récords diarios de temperatura fueron batidos en muchas otras ciudades europeas.

Alemania. En Hamburgo, la columna del termómetro alcanzó la marca de +33º C (cuando la norma es de +22º C). Otras temperaturas anómalamente elevadas: +34º C en Ámsterdam (donde la norma es de +20º C) y +36º C en la ciudad de Maastricht (allí la norma es de +23º C).

Inglaterra. En Londres, el calor llegó a +33º C, superando la norma diaria en 10º C. en la ciudad de Granada, en España, se registraron récords de +41º C (siendo la norma diaria de +35º C).

En los EUA, el 16 de agosto se fijó una de las temperaturas más altas en la historia de la Tierra, +55º C, en el parque nacional “El valle de la muerte”, en California.

A principios de agosto, en las selvas de la Amazonía surgió una cantidad récord de focos de incendios (más de 10 mil). En 2020, la cantidad de incendios aumentó casi en un 20% en comparación con el verano del año anterior. En el último año, en Brasil se incendiaron más de nueve mil kilómetros cuadrados de bosques; eso equivale a 500 millones de árboles o 6 millardos de metros cúbicos de madera, que podían haber producido 52 millones de toneladas de oxígeno al año. Los incendios forestales que se desencadenaron en el norte de California este verano han sido, según palabras de los especialistas, los más destructivos en toda la historia del país.

Debido al calor de 40 grados y a la sequía, en Australia, a principios de año, el fuego destruyó la mitad de los territorios verdes. Eso fue una catástrofe para la fauna local, ya que perecieron más de un millardo de animales.

Actualmente, tenemos todos los fundamentos para afirmar que la catástrofe ecológica ya no está a las puertas, sino que ha atravesado el umbral de nuestra casa común, el planeta Tierra.

En lo que respecta a la pandemia, ésta ha llevado a la disminución de la huella de carbono de la humanidad en 15%, respecto a 2019. La pandemia ha demostrado que el cambio a corto plazo de los hábitos de consumo es posible y totalmente real. Sin embargo, en el marco de la economía globalizada, es imposible bajar la producción sólo en un país o en un conjunto de países; la nueva política ecológica debe ser adoptada sin excepción por todos los países del mundo. La humanidad no puede seguir desarrollándose a costa de la explotación de los recursos del planeta, de la degradación del medio ambiente, del exterminio de la flora y la fauna. Ha llegado el momento de realizar cambios globales en el sistema.

Algunos ecólogos contemporáneos llaman “homo idioticus” y no “homo sapiens” a muchos representantes de nuestro “socium”. Esto se refiere a quienes consideran que la pandemia es un engaño, una conspiración y que, sin ver la dependencia directa que existe entre la influencia del hombre en la ecología y la aparición del coronavirus de turno, continúan negando las consecuencias catastróficas de la influencia antropogénica en la ecología.

En la realidad, precisamente una situación ecológica negativa influye de manera aguda en el organismo del ser humano, en el estado de su micriobioma (es suficiente con recordar a las personas climático-dependientes. ¿Se imaginan con cuánta fuerza influye en nosotros el resto de los cataclismos?). El empeoramiento de las condiciones climáticas, disminuye la capacidad de resistencia inmunológica del organismo humano y propicia una activación especial de los virus.

El virus es una orden codificada del Microbioma supremo, dirigida contra el ser humano, que ha sobrepoblado más allá de toda medida el universo natural. Las órdenes del Microbioma se ejecutan de manera instantánea y fatal para la especie. De esta manera fueron exterminados los dinosaurios y muchas otras especies. Mientras peor es la situación ecológica del entorno, más peligrosas son las consecuencias de las mutaciones de los virus. La armonía de la interacción entre los virus y el ser humano, asentada durante el transcurso de las etapas de la evolución del Homo Sapiens como un medio de intercambio de información genética, para regular la cantidad de población y la adaptación al medio externo para la conservación de la especie, ha quedado totalmente desacreditada por la actitud actual del ser humano hacia la naturaleza. Los virus son una fuerza motriz en el sistema de la estructura genética cada vez más compleja del microbioma; la evolución se encarga de conservar las mutaciones más exitosas. ¿Por qué últimamente muchos virus están dirigidos a la destrucción del organismo del ser humano? ¿Es una manera de expresar el descontento con los productos hechos por el hombre? Ya puede la humanidad exterminar una cantidad inconmensurable de microorganismos, mediante detergentes y antibióticos; pero la base del material de construcción del ser humano es una conjunción de microbios, bacterias, bacteriófagos, virus, hongos y levaduras, unidos en el microbioma. ¡Cada uno de nosotros, es una mezcla de substancias químicas, de decenas de billones de microbios que viven en estrecha colaboración! ¡Y nada más!

- Usted es conocido por su firme convicción de que la causa principal de la catástrofe ecológica que se avecina (¡Dios no lo quiera!), será la sociedad de consumo…

- Indudablemente. Todo esto son los frutos de una sociedad de consumo que, año tras año, produce en el planeta el efecto invernadero. En 2019, la humanidad lanzó a la atmósfera 37 millardos de toneladas de dióxido de carbono. Las emisiones crecen año tras año y han alcanzado un nivel récord. De ahí vienen las temperaturas anormalmente elevadas y los incendios, el derretimiento de los hielos y las inundaciones; todos estos fenómenos se han convertido en atributos constantes de nuestra vida.

Cada día se quema en el mundo más de 20 mil toneladas de textiles, más de 10 mil toneladas de artículos de piel. Y en el guardarropa del ser humano actual, la cantidad de vestidos llega a las 900 mil toneladas. El volumen de desperdicios electrónicos, según datos de 2019, llegó al récord de 54 millones de toneladas. Según datos de la ONU, cada año en el mundo se tira o se destruye un millardo y medio de toneladas de comida apta para ser consumida. Una cuarta parte de esos productos podría resolver el problema del hambre en el planeta. En los vertederos, esos productos producen gases de efecto invernadero en un volumen comparable al que producen los mayores contaminadores de la atmósfera: los EUA y China.

En 2018, la población mundial de ganado vacuno era de 1,5 millardos de cabezas, lo que produce emisiones de 6 millardos de toneladas anuales de equivalente de CO2. Las vacas emiten metano, como producto de su proceso digestivo; como consecuencia de esto, a la ganadería y la producción de carne le corresponde un 18% de las emisiones antropogénicas de gases de efecto invernadero. Esto es más que la suma de la cantidad de emisiones de los automóviles, aviones y barcos. Además, para la cría del ganado son imprescindibles los pastizales y una base alimenticia; para obtener estas tierras de cultivo, es necesario talar los bosques, lo que conduce a la degradación de los suelos y las aguas dulces. Nunca en la historia mundial la humanidad había consumido tanta carne. Además, esta ración alimenticia tan poco apropiada para el ser humano provoca obesidad y la aparición de enfermedades de índole diversa. Más del 30% de los habitantes de la Tierra tiene problemas con el sobrepeso.

La ideología de la “consuprostitución” (ese es para mi el sinónimo de consumo), está matando al planeta. Más vestidos, más comida, más excrementos (4 millones de toneladas al año, sin tener la tecnología para procesarlos; ¿qué ocurre con esos desechos?), más gadgets, automóviles, brillantes vestidos de gala, películas, restaurantes, cantantes de variedades, deporte (el deporte debe ser para la salud, y no para el entretenimiento y el comercio), etc.

Actualmente es necesario prohibir la fabricación, venta y utilización de fuegos artificiales, y buscar otras formas técnicas de celebrar las fiestas y las manifestaciones de exaltación masiva. El ser humano es una criatura que se marchita sin arrebatos de entusiasmo. Pero el provocador de esos arrebatos -los fuegos artificiales- lleva en sí muchas substancias venenosas, que perjudican a la salud del sur humano y al planeta entero. En la composición de los medios pirotécnicos actuales se encuentran substancias organocloradas y sales diversas que, al arder, desprenden aerosoles provenientes de la fusión de metales pesados y de substancias especialmente tóxicas: las dioxinas.

El periódico alemán “Der Tagesspiegel” publicó, el 2 de enero de 2019, los datos de las pruebas de calidad del aire, llevados a cabo durante la Nochevieja en varias ciudades alemanas. El aire de peor calidad resultó ser el de Berlín, que era donde se había lanzado la mayor cantidad de fuegos artificiales: en la capital se encontraron 853 microgramos de partículas por metro cúbico de aire; esto representa una cantidad casi 40 veces por encima de la norma. Dado que de 270 gramos de pólvora se forman 132 gramos de dióxido de carbono, podemos multiplicar esta relación (132/270 = 0,4889), por la cantidad de fuegos artificiales, para obtener las emisiones anuales producidas en los EUA por la pirotecnia: 60 340 toneladas. Lo que representa más que 12 000 automóviles al año, o las emisiones de 115 000 bombillas en el transcurso del año.

La mayor parte de los fuegos artificiales contiene también substancias altamente tóxicas: azufre, arsénico, perclorato de potasio, nitrato de estroncio. La acción del arsénico en el vientre materno y en la primera infancia, se refleja en el desarrollo intelectual de los niños y se correlaciona con una tasa de mortalidad más elevada entre los jóvenes.

Durante los fuegos artificiales profesionales, se arroja mucho más humo a la atmósfera que durante los de aficionados. Sin embargo, la pirotecnia doméstica no representa un peligro menor, sino mayor para la salud, ya que arde a una menor altura por lo que es mucho más sencillo respirar el humo que produce. Los científicos han determinado que el humo, aunque sea de unos pequeños fuegos artificiales domésticos, se expande a una distancia de hasta cincuenta kilómetros. Dependiendo de la potencia, el volumen sonoro del estallido de un aparato pirotécnico puede alcanzar los 140-170 decibelios (una motosierra o un concierto de rock producen un ruido de 110 decibelios). Según la opinión de los expertos de la OMS, para los adultos 140 decibelios son el límite de ruido, después del cual son inevitables los daños en el aparato auditivo. Para los niños, ese límite es de 120 decibelios.

Si para mediados del siglo XXI el nivel de dióxido de carbono en la atmósfera es de 1200-1300 partículas por millón, y la temperatura aumenta tan sólo en 2,5 grados, entonces la temperatura del Océano mundial subirá hasta 22 grados y la del Océano Glacial Ártico hasta 10 grados. Como resultado de estos cambios de temperatura, tendrá lugar la correspondiente emisión de metano -cientos de millardos de toneladas- desde el Océano mundial, así como de las zonas de derretimiento de la permafrost, en las regiones pre polares (Alaska, Canadá, Groenlandia, Rusia). En total, recibiremos cerca de un billón de toneladas de metano. Tendrá lugar un máximum térmico, comenzará un incendio planetario, como el que ocurrió en el paleoceno tardío y mató a todo lo vivo durante 100 mil años. Evidentemente, la temperatura en la Tierra varía en distintos periodos, pero la civilización de “consuprostitución” actual acelera esos cambios, lo cual conduce a la muerte del planeta.

- ¿Cómo detener el consumismo y ponerlo dentro de las normas ecológicas? ¿Qué normas de consumo pueden servir para el saneamiento de la ecología?

- Es indispensable establecer una dictadura ecológica mundial. El mundo puede salvarse mediante la introducción de nuevos estándares de civilización digital, dotados de funciones de limitación y control de cada miembro de la sociedad en todos sus niveles de consumo (comenzando por el volumen de consumo de productos alimenticios, la adquisición del guardarropa, de objetos de uso cotidiano, de bienes inmuebles y demás cosas, y terminando con los servicios de entretenimiento y ocio). Con ayuda de la inteligencia artificial es indispensable organizar el cambio a un nivel nuevo de consumo mundial y el paso de la economía a un formato digital. En este contexto, la tarea fundamental de la IA consistirá en la definición del consumo limitado y de la utilización de todos los tipos de recursos naturales renovables y, especialmente, de los no renovables para la producción de productos y servicios, con la finalidad de un abastecimiento racional de la actividad vital de la Humanidad.

Desde mi punto de vista, la solución óptima del problema del consumo excesivo será la creación de un perfil digital del comprador, que le permitirá a cada persona hacer sólo una cantidad determinada de compras; por ejemplo, cada uno podrá comprar no más de tres pares de zapatos al año, 2 pares de calzado de invierno, 3 vestidos o camisas al año. 3 pares de pantalones, para ambos sexos y 2 faldas para las mujeres. Una chaqueta, un abrigo, dos jerséis para cada uno. Cada ciudadano podrá comprar sólo un automóvil cada 25 años (la potencia máxima de los medios de autotransporte no podrá superar los 100 caballos). Si por su culpa ocurre un accidente y el automóvil no puede ser arreglado, el ciudadano pierde el derecho de adquirir uno nuevo. Hay que prohibir la joyería de gama amplia, cerrar todas las tiendas de modas, reducir en un 80% la producción de la industria textil. Cerrar el 90% de las fábricas de dulces, talleres de automóviles, salas de concierto de variedades, las competiciones deportivas, las fábricas para la producción de televisores, todos los tipos de anuncios publicitarios. Hay que borrar de todos los idiomas los términos “estrella”, “persona de élite”, líder mundial”, etc. Todo con dureza. En un futuro cercano, los ecólogos de todo el mundo describirán de forma detallada las nuevas normas de consumo de la civilización ecológica.

Ya ahora es imprescindible endurecer en todos los países las penas por crímenes ecológicos y por desinformación ecológica. Los países que no observen y/o que infrinjan los nuevos estándares de civilización digital, deben ser objeto, durante el primer año, de un bloqueo económico y en los periodos siguientes, si las primeras medidas no han surtido efecto, pasar a medios de coacción militar. Para mantener la disciplina general, se propone el endurecimiento de las penas por crímenes graves, substituyendo las condenas largas por la pena de muerte.

- ¿Estamos hablando de un sistema de tarjetas de racionamiento?

- No, por supuesto. La civilización digital -o economía digital-, es un paso nuevo y una etapa inevitable en el desarrollo de la sociedad. De lo contrario será la destrucción de todo. Los estándares del perfil supondrán también normas determinadas de venta de alimentos y productos. Una persona puede comprar diariamente, pero sin pasarse un solo gramo, 400 gramos de pan, 300 gramos de carne o pescado, no más de 30 gr de mantequilla, 500 gr de frutas y verduras, no más de 8 litros de “alcohol puro” al año por persona, y así por el estilo. El perfil digital debe tomar en cuenta la cantidad total de consumo de productos por persona, incluyendo restaurantes y cafés. Supongamos que usted ya ha comprado 2 kg de carne durante la semana; en el restaurante le cambiarán el steak por un plato de pescado y, si ya ha comprado 2 kg de carne y pescado, en el restaurante estarán obligados a rechazar su pedido y ofrecerle sólo una ensalada.

En lugar de la vajilla y cubiertos normales, es indispensable introducir la vajilla y los cubiertos comestibles. Estos están hechos de productos alimenticios y se comen al final de la comida. De esta manera, usted disminuirá la cantidad de emisiones del gas de efecto invernadero que se produce al fabricar cubiertos metálicos y, lo que no es menos importante, economizará el gasto de agua potable.

- Por supuesto, un grifo cerrado a tiempo reduce el gasto de agua, pero no nos libra del déficit general de agua potable que actualmente sufren decenas de estados. Es completamente evidente que éste y otros problemas globales parecidos, exigen soluciones extremas y radicales…

- La disminución de los volúmenes de agua potable, es uno de los problemas más importantes de la Tierra. La humanidad bebe en un año el equivalente al lago de Ginebra. Eso significa que dentro de 10-15 años, no quedará agua potable en la naturaleza y sólo será accesible al consumo el agua desalinizada, que será apenas útil para la salud. Partiendo de esto, se debe establecer normas estrictas de consumo de agua potable: dos litros diarios por persona. Para la ducha, el aseo personal, el lavado de la ropa y otras necesidades, se debe utilizar agua bruta, pero no más de 12 litros diarios.

A nivel legislativo se debe prohibir el uso del plástico en calidad de envoltorio. En los últimos tiempos, los científicos están desarrollando activamente la creación de un material que sea biodegradable y no dañe a la naturaleza (por ejemplo, basado en nano celulosa, pectina, quitina, algas, azúcar de caña y otros). Hasta el momento en que se implanten masivamente las nuevas tecnologías, se puede utilizar el papel y el cartón, aunque no se les puede llamar formas de envoltorio totalmente ecológicas, ya que para su producción se tala los árboles y se gasta mucha agua. Pero como medida temporal, es necesario permitirlos y continuar la búsqueda científica de nuevas soluciones ecológicas.

Algunos gobiernos y parlamentos llevan a la práctica de manera activa iniciativas ecológicas. Por ejemplo, el año 2019 en Europa se prohibió dar gratuitamente las bolsas de plástico y, a partir de 2021, la EU prohibirá los objetos desechables de plástico. En la prohibición quedarán incluidas las vajillas de plástico, los cubiertos, las pajillas y los bastoncillos de algodón.

La Agencia europea de substancias y mezclas químicas propuso también prohibir en la EU, a partir de 2021, el uso de los microplásticos. Esto permitirá, en el transcurso de 20 años, proteger al medio ambiente de la caída en él de cerca de 500 mil toneladas de microelementos de plástico. Estos elementos se encuentran en diversos productos de consumo masivo, en particular en muchas marcas de cosméticos, de limpieza doméstica y fertilizantes. Igualmente, la EU se propone retirar para reciclarlas, el 90% de las botellas de plástico usadas. Pero es tarde, señores. Hay que hacerlo antes, antes. ¡Hay que realizar ese programa en 2022!

A nivel mundial, la renuncia de Europa al plástico reducirá el problema global, pero no de manera significativa. De los diez países que más contaminan el océano, nueve se encuentran en Asia, África y el Oriente medio; el décimo, son los EUA. Por eso, cuando debatimos acerca de los problemas ecológicos, debemos entender que los nuevos estándares ecológicos de producción y consumo no pueden referirse sólo a un país o a un grupo de países. La decisión para realizarlos debe ser tomada a nivel internacional, por todos los estados del mundo.

Como es sabido, en el Océano Pacífico existe la llamada Gran mancha de basura del Pacífico (Great Pacific garbage patch). Las estimaciones aproximadas de su superficie varían de entre 700 mil hasta 1,5 millones de km2 (del 0,41% al 0,81% de la superficie total del Océano Pacífico). El territorio de Francia es de algo más 640 mil km2, es decir que las islas de basura ocupan en el océano más de dos veces el territorio de Francia. En esas zonas se encuentran más de unos cuantos millones de toneladas de basura. Según estimaciones de los investigadores, el 80% de los desperdicios procede de puntos terrestres y el 20% se arroja desde los barcos que se encuentran en mar abierto. Para liquidar el continente de basura y limpiar el Océano mundial, es necesario proveer el financiamiento del proyecto, con la participación de todos los estados del mundo, recaudando 50 centavos de cada ciudadano. De esta manera, los EUA estaría obligados a aportar al fondo mundial para la limpieza del océano 164 millones de dólares, China, 750 millones de dólares, Rusia 50 millones de dólares, Alemania 42 millones de dólares y así sucesivamente.

- En el contexto de nuestra conversación, no podemos dejar a un lado el problema energético. El petróleo y el carbón se vuelven más caros y, por supuesto, infringen un daño enorme al medio ambiente. Los expertos afirman que ya dentro de 30 años, se producirá cerca de la mitad de la energía eléctrica del mundo, con ayuda del sol y el viento. El año 20202, la energía solar y la eólica ya aventajan a la energía tradicional en velocidad de crecimiento.

Qué piensa usted: las baterías solares, las centrales eléctricas hidráulicas y eólicas, así como los biorreactores, ¿pueden convertirse en una alternativa de pleno valor a las fuentes tradicionales de energía? ¿o el futuro pertenece a la energía atómica?

- Debemos examinar cada fuente de energía en primer lugar por su respeto al medio ambiente. Toda nuestra esperanza para conseguir una energía ecológicamente limpia, libre de carbono, segura y casi sin residuos, que satisfaga las necesidades de todas las regiones del planeta conservando los recursos naturales, está puesta en la construcción y puesta en funcionamiento de un Reactor termonuclear experimental internacional, ITER (International Thermonuclear Experimental Reactor), y en la utilización de la energía de la fusión nuclear. La tarea no es sencilla, pero los esfuerzos unidos de científicos de todo el mundo deben ser capaces de llevarla a cabo. Por lo pronto, la energía termonuclear se ha obtenido sólo en la bomba de hidrógeno.

El despliegue masivo de la energía eólica puede conducir a la subida de las temperaturas medias en verano y a su descenso en invierno, dado que el viento es “responsable” en la atmósfera mundial de la transferencia de calor de las regiones cálidas, tropicales del globo terráqueo a latitudes más frías, más altas. La alteración de la velocidad del proceso de transferencia de calor, que aparece debido a la rotación de los aerogeneradores, conduce irremediablemente a cambios climáticos. Estos aerogeneradores son la fuente de un infrasonido, que actúa de manera negativa en los animales, las aves y en el organismo humano; por eso, los territorios adyacentes a esas centrales se vuelven no aptos para la vida y nuevamente tiene lugar una alteración del equilibrio ecológico.

Existe el mito acerca de la limpieza ecológica absoluta de las centrales de energía nuclear, pero no es así. En realidad, las centrales térmicas nucleares no generan, por supuesto, gases de efecto invernadero, pero emiten desechos radioactivos gaseosos imperceptibles: tritio y gases nobles. Además, todos los materiales, la construcción, el enriquecimiento isotópico del uranio, requieren de un consumo intensivo de energía, y lo importante es que esa energía se toma de redes en las que la cantidad de electricidad generada atómicamente es sólo de un 20%; el resto, de manera principal, es el resultado de la quema de combustible orgánico. Por eso, y a pesar de la serie de desarrollos existentes en este campo, no recomendamos ir por el camino de la utilización de plantas de energía nuclear. Además, es obligatorio examinar la cuestión de la desconexión y la eliminación de la instalación; el entierro de las unidades radioactivas es muy costoso.

También la energía producida por el hidrógeno se considera ecológica ya que, al consumirse éste, se forma sólo agua. Pero para obtener hidrógeno, también se necesita energía. En el momento actual se está estudiando la cuestión de la obtención de hidrógeno en las centrales atómicas, mediante reactores nuevos y con un mínimo de desechos.

Dentro de unos 30-35 años, si no logramos la implantación generalizada de la nueva civilización ecológica, será demasiado tarde para realizar los proyectos actuales. El planeta se incendiará… Es indispensable colaborar enérgicamente, cada minuto, cada hora en la salvación de la Tierra. Cada año la humanidad necesita más y más energía. Si hace apenas 10-15 años el volumen principal de consumo de hidrocarburos era en el periodo que va de octubre a abril, actualmente, y más aún mañana, esta cantidad crecerá sustancialmente en los meses de verano, para mantener un clima confortable en las viviendas durante todas las estaciones. ¿Serán capaces los ciudadanos del mundo de tener esta carga financiera adicional, para procurarse la energía necesaria?

Y una cuestión todavía más complicada: el clima tiene la capacidad de cambiar no al mismo tiempo en todo el planeta sino, digamos, de manera continental.

- ¿Eso quiere decir que es inevitable la migración de enormes masas de población desde los estados con mayores crisis y, en consecuencia, un cambio de las fronteras estatales?

Sí. Así ocurrirá si, por ejemplo, en Europa se puede vivir, y en Asia se vuelve imposible, a causa de temperaturas diarias superiores a los 50º C. O, en el caso contrario, tomemos a la Unión Europea (540 millones de personas) y la parte europea de la antigua URSS (90 millones de personas); en total: 630 millones. ¿Dónde colocarlos? ¿Dejarlos morir cerrando las fronteras? En Asia hay cerca de 3,3 millardos de personas. ¿A dónde trasladarlos? ¿A Europa? Ningún ejército, o los ejércitos de unos cuantos países, es capaz de mantener dentro de sus fronteras a una cantidad tan grande de desplazados forzosos. ¿Qué recursos financieros y alimenticios pueden brindarles una vida soportable? Si los recursos territoriales en los cuales es posible cultivar, producir alimentos se reducen no en un 10, sino en un 50-70% ¿qué van a consumir las personas? El continente se volvería no apto para la vida. ¿Sería la guerra por un pedazo de pan, por un sorbo de agua, por una bocanada de oxígeno? No habría hospitales, ni medicamentos, ni médicos, ni policía, ni normas jurídicas, ni leyes. ¡Todo se destruiría de la noche a la mañana! Mis palabras no son la fantasía sombría de un autor anormal psíquicamente, sino la realidad de un futuro muy cercano. ¡Pero el mundo calla! ¿Por qué? ¡La civilización contemporánea verdaderamente ha convertido al “homo sapiens” en “homo idioticus”! El mayor destructor de la consciencia del ser humano son la televisión contemporánea y otros agregadores de medios. Estos viven magníficamente a cuenta de los medios que produce la propaganda y las bonificaciones de incentivos por parte de quienes detentan el poder. Observen al presentador de la guerrera china: el 99% del tiempo televisivo lo dedica a alabar al poder, ¡pero vitupera a Greta Thunberg y todos los ecologistas! ¡Es un brillante destructor de la ecología del Planeta!

- Esta pregunta ya no va dirigida al doctor en Ciencias económicas, sino al escritor Alexander Potemkin. Tengo en mis manos un ejemplar, maravillosamente editado, de su última novela “La clarividencia de la soledad”. El libro está impreso en un papel que ha sido fabricado a partir de madera de un bosque talado. Así es la tecnología centenaria de las imprentas. Si la humanidad se ve privada, por razones ecológicas, de la posibilidad de tener en las manos y leer un libro ¿qué se puede obtener a cambio?

- En 2018, la producción mundial de papel y cartón fue de 419,72 millones de toneladas. Más de la mitad de esa producción fue de papel de embalaje y casi un tercio de papel gráfico. Éste es, principalmente, de dos tipos: para para la impresión y la escritura y papel periódico. El papel para la impresión y la escritura se usa para la publicación de revistas, catálogos, libros, para la impresión comercial, los formularios de negocios, los objetos de papelería, las copias y la impresión digital. El papel periódico se utiliza para la impresión de diarios, folletos y otros materiales impresos, destinados a la difusión masiva. El volumen anual de producción de papel gráfico es de 138,5 millones de toneladas. Para producir una tonelada de papel se necesitan 24 árboles; es decir que para la producción del volumen anual de papel gráfico se necesitan: 138,5 millones de toneladas * 24 = 3,324 millardos de árboles

En el mundo se recicla casi el 60% de todo el papel utilizado y sólo el 4% del papel reciclado se utiliza para la impresión y la escritura. Este porcentaje tan pequeño se explica por la falta de una calidad adecuada para esos fines.

Estamos obligados a limitarnos en el uso del papel. Mientras todavía hay demanda de producción impresa, traten de comprar libros de papel reciclado. Compren menos: saquen libros de la biblioteca, organicen intercambios de libros con sus amigos y conocidos, participen en el BookCrossing. Pásense a la lectura en formato electrónico. Renuncien por completo a las servilletas y pañuelos de papel. Prohíban la difusión -en su buzón, en su escalera, en su oficina- de propaganda impresa en papel. Recuerden que para satisfacer las necesidades de la industria de la impresión -para la producción de libros, periódicos, revistas, papel de oficina, material de propaganda-, se exterminan decenas de millones de hectáreas de bosques. Y los bosques, pese a lo banal que suene esta frase, son los pulmones del planeta. Para su conservación es necesario imponer en todas partes el reciclaje del papel.

- De acuerdo con sus pronósticos, una de las consecuencias de la catástrofe ecológica será el desempleo de cerca de tres millardos de personas. ¡¿Qué hacer con esto?!¿Existen recetas para resolver este, por decirlo suavemente, problema?

- La introducción de los nuevos estándares de la civilización digital tocará todos los ámbitos, sin excepción. La reducción en tres veces del volumen de la economía mundial, su reformateo y la renuncia a unas ganancias desmedidas, conducirá a la liberación de un volumen gigantesco de recursos laborales, de alrededor de unos tres millardos de personas. ¿Dónde encontrarles ocupación y cómo apoyarles? Es necesario crear desde ya, bajo la égida de la ONU, un Fondo cuya finalidad sería el desarrollo de la ciencia de la evolución del “Homo sapiens” al “Homo cosmicus”, un Fondo para el perfeccionamiento del ser humano contemporáneo, el aumento de su resistencia a las enfermedades y la posibilidad de alargar la esperanza de vida hasta un umbral termodinámico teórico de 150 años. Hoy, ni la ciencia ni la sociedad tienen consciencia, en su completa medida, del problema de la degradación biológica elemental de la especie “Homo Sapiens”. Como demostración de este hecho está la disminución masiva de la función reproductiva, el nacimiento de una descendencia debilitada, un tempo acelerado de envejecimiento, las epidemias crónicas de enfermedades no infecciosas. De esta manera, para la mitad de los recursos laborales liberados, existe la posibilidad de dedicarse por completo a la ciencia que permita a la humanidad pasar a un nuevo estadio de desarrollo. El financiamiento del Fondo puede organizarse mediante la utilización de parte, en un porcentaje mínimo, de los recursos monetarios de personas particulares localizados en los depósitos bancarios que, según los datos del Sistema bancario mundial, ascienden a cerca de 45 billones de dólares EUA, y mediante la utilización de determinados mecanismos de imagen para la salvación de la humanidad. Un 10% de lo acumulado se quedaría en las cuentas de los propietarios. El 90% restante se distribuiría entre el Fondo científico y el Fondo de apoyo social a la población (50%, o 22,5 billones de dólares EUA y 40%, o 18 billones de dólares EUA).

La otra mitad de los recursos humanos (1,5 millardos de personas) puede ocuparse en el desarrollo de la economía natural, tomando en consideración las limitaciones impuestas al crecimiento del volumen de producción en las parcelas de tierra asignadas nuevamente, como consecuencia del cambio de las condiciones climatológicas de la actividad agrícola. Para garantizar el activo imprescindible, el Fondo de apoyo social a la población entregará prestaciones sociales únicas, por un monto de 12 mil dólares EUA por persona. Si tomamos en cuenta la reducción en tres veces de las normas de consumo, esta suma permitiría garantizar la subsistencia durante dos años y medio. Posteriormente, aparecerán nuevos y modestos recursos financieros para la subsistencia en la civilización ecológica y la formación del “Homo cosmicus”.

Comprendo que hacer un llamamiento a recortar el consumo, equivale a hacer un llamamiento al descenso del nivel de vida. Sin embargo, hace no mucho, en los años 60 del siglo XX, la gente vivía de manera bastante modesta, pero eran felices. Si la humanidad es capaz de cambiar las prioridades, y pasar de ser “Homo consumers”, un hombre consumidor, a ser una criatura sensata ecológicamente –“Eco sapiens”-, se puede volver a esa situación. La humanidad no puede seguir desarrollándose a costa de la explotación de los recursos del planeta, de la degradación del medio ambiente, del exterminio de la flora y la fauna. Ha llegado el momento de los cambios globales en el sistema.

Me dirijo a todos los ciudadanos del mundo: si Ustedes aún son capaces de pensar, si Ustedes no se han ahogado en el abismo del consumismo mortal, ingresen en las filas de los Frentes ecológicos Mundiales, Europeos, en las filas de nuestro “Comité de los 100”. Defiendan activamente su propia casa, el planeta Tierra. El llamado a adherirse no quiere decir ser sólo un participante formal, sino hacer propaganda activa en todos los medios científicos e informativos, discutir y convencer a sus familiares, amigos, conocidos, de la necesidad de salvar al Planeta. Todavía hay tiempo para dar ese paso fundamental. Si cada uno de Ustedes no se consagra activamente a la realización del Nuevo código ecológico, entonces ¡2053 será el último año del Planeta Tierra!

S. Este material está disponible en todas las lenguas del mundo, de Japón a Argentina.

Entrevistó Alexander Tamirov

(Traducción de Manuel Stacey)

Potemkin Alexander

Fundador del Club Internacional del Medio Ambiente de Hamburgo

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